por: Richard Essex
INDIANAPOLIS (WISH) - El Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis ha desplegado sus primeras cámaras corporales para agentes.
El lunes se instalaron diez. El objetivo es que haya 1.100 cámaras en la calle en pocos meses.
Las cámaras son básicamente automáticas y del tamaño de un teléfono móvil grande. Se tardará un par de meses en colocar todas las cámaras sobre el terreno, pero la gente debe asumir, según el Jefe Randal Taylor, que si hablas con un policía, te están grabando.
Mark Wood se jubiló de la policía hace un par de años. Vende el sistema de cámaras que el departamento acaba de comprar. Las nuevas cámaras no se llevan por fuera del uniforme y lo único que se ve es la lente.
"Permite que la cámara corporal se introduzca en la manga y se cierre dentro del uniforme, quedando totalmente oculta", explica Wood.
El agente puede encender y apagar las cámaras con un dispositivo que parece un reloj sin rostro. Pero en su mayor parte, las cámaras están controladas por una serie de cajas electrónicas instaladas en el maletero de todos los coches de policía. Así, cuando un policía recibe una llamada por radio, la cámara se enciende.
"Uno de los problemas crónicos de las cámaras corporales en todo el país es que dependen de que los agentes se acuerden de pulsar un botón en un momento en que las cosas son muy estresantes y suceden muy deprisa", afirma Wood.
Las cámaras también se encenderán cuando un agente saque su arma, cuando un agente esté corriendo o se haya caído y esté en el suelo durante más de 10 segundos.
"Los agentes deben llevar las cámaras encendidas en todas las interacciones con los ciudadanos", dijo el jefe de policía.
Taylor dice que hay excepciones, como las situaciones delicadas, o cuando alguien pide al agente que apague la cámara para proteger su intimidad.
"Los agentes anunciarán cuándo están grabando, pero es esencial que los residentes asuman que cualquier interacción que tengan con los agentes está siendo grabada", dijo el jefe.
La ciudad y el departamento llevan varios años experimentando con las cámaras corporales. El mayor obstáculo hasta la fecha ha sido el dinero. El departamento y la ciudad han dedicado más de 9,2 millones de dólares a equipar a los policías con cámaras.
El vídeo se almacenará en un sistema de copia de seguridad en la nube y se conservará durante 190 días. El vídeo estará disponible públicamente si no perjudica a una investigación o a discreción del jefe de policía.