El Departamento de Policía de Kissimmee se une a la creciente lista de organismos policiales de Florida Central que equipan a sus agentes con cámaras corporales.
Pero las nuevas cámaras del departamento no se parecen a otras que se utilizan en la región y, además, son más baratas.
El equipo de alta tecnología de Body Worn, una empresa con sede en Georgia, viene con una serie de características avanzadas que otros departamentos de Florida Central no tienen. El gasto de 524.000 dólares en un periodo de cinco años para 80 cámaras fue aprobado por el ayuntamiento en febrero.
El departamento tiene previsto que los agentes utilicen las cámaras en junio.
"Estoy muy ilusionado. Hemos estado buscando proveedores y examinando las mejores prácticas de muchos departamentos porque no queríamos sólo una cámara. Cualquiera podía dárnosla, pero queríamos algo más", ha declarado John Lewis, subjefe de la policía de Kissimmee.
Las cámaras incluyen un punto de acceso móvil en el coche patrulla de cada agente para que pueda cargar fácilmente los vídeos en un sistema en línea basado en la nube y un software de redacción que permite difuminar fácilmente los rostros de las víctimas, todo ello con el fin de ahorrar tiempo y dinero al departamento.
Los dispositivos también envían una señal de emergencia cuando un agente permanece tumbado durante más de 30 segundos para notificar a la central que un agente ha caído y necesita ayuda.
Las cámaras pueden ponerse en marcha manualmente con un brazalete, pero empezarán a grabar automáticamente en cuanto se enciendan las luces de emergencia de un agente y éste abra una puerta.
Esto difiere de dos de las mayores agencias de la región: la Oficina del Sheriff del Condado de Orange y el Departamento de Policía de Orlando, que siguen trabajando para conseguir cámaras para todos sus agentes.
Las fuerzas de seguridad de ambos organismos tienen que iniciar manualmente las grabaciones.
"La tecnología evoluciona rápidamente y las nuevas generaciones de cámaras se desarrollan o mejoran en función de los comentarios y las lecciones aprendidas en despliegues anteriores", declaró el capitán Angelo Nieves, de la Oficina del Sheriff del Condado de Orange.
Pero Lewis dijo que en Kissimmee se decidieron en contra del tipo de sistema que tiene que ponerse en marcha manualmente.
"No queremos dar al público ninguna razón para pensar que no grabamos a propósito una interacción", dijo. "Preferimos poder decir: 'esto es exactamente lo que pasó y cómo'. "
Los ayudantes del sheriff del condado de Orange tienen unas 670 cámaras, y el año que viene habrá más. Los agentes empezaron a recibir las cámaras en 2014.
El Departamento de Policía de Orlando ha aprobado un contrato de 1,1 millones de dólares con Motorola para el suministro de las nuevas cámaras. La ciudad también pagará unos 800.000 dólares al año por el almacenamiento. El coste total, incluido el almacenamiento, es de unos 4.222 dólares anuales por agente.
El acuerdo de Kissimmee es de unos 1.310 dólares anuales por agente.
La ciudad investigó varias empresas y finalmente seleccionó una. Lewis dijo que la ciudad quería conseguir lo mejor que pudieran encontrar.
La portavoz de la ciudad de Orlando, Cassandra Lafser, dijo que están obligados a pasar por un proceso de licitación, al que respondieron tres empresas.
"Es un proceso importante que permite transparencia y una oportunidad justa a todos los vendedores", dijo.
Lafser explicó que compararon los proveedores antes de tomar una decisión. A pesar del precio más alto y la menor calidad de las cámaras, dijo que "proporcionarán la funcionalidad que necesitamos para aumentar la transparencia en el departamento."
El sistema de cámaras de Kissimmee incluye nuevas camisas de uniforme para que los dispositivos del tamaño de un teléfono móvil puedan permanecer adheridos a los agentes, a diferencia de las cámaras enganchadas a las camisas o sujetas a gafas o sombreros.
Según Lewis, así se evitará que las cámaras se caigan en una refriega.
La agencia tiene previsto equipar con cámaras a 80 de los 131 agentes del departamento antes del 10 de junio.
El alcalde de Kissimmee, José Álvarez, dijo que la ciudad se enorgullece de su responsabilidad y que las cámaras sólo añadirán otro nivel de transparencia.
"Históricamente, las cámaras corporales han permitido refutar rápidamente las denuncias de mala conducta de los agentes y han puesto de relieve la interacción positiva que éstos han mantenido con los ciudadanos", afirmó.
Lewis se mostró de acuerdo y señaló que las cámaras pueden ayudar a reducir la tensión y a disuadir situaciones si las personas o los agentes saben que están siendo grabados.
"Una de las cosas de las que nos enorgullecemos es la transparencia", afirmó. "Queremos ver y compartir todas las cosas que hacemos bien (...) junto con también sacar a la luz cualquier problema que surja".